Primera muerte

Mucho tiempo anduvo rodando la cuartetita sin que le hiciera yo caso, hasta que me apareció en una de esas el pie quebrado y me pareció que le ayudaba a vivir una nueva vida, en la que metro y rima pueden volver a ser legítimos y ocupar su nicho no como obligación sino como riqueza de la poesía. Lo que la palabra desnudo hace es desnudar la cuarteta de todo su ropaje de repetición, de lugar común sin ninguna aportación por ningún lado. El poema así como está es todo el sistema de cinco versos pero yo diría que sin esa última palabra ni hay poema ni hay nada. No os dejéis engañar por las apariencias. Y ojo al singular. Porque el plural lo habría arrastrado a la desgracia. Y así se abren múltiples lecturas.


PRIMERA MUERTE

Ay, ay, ay si me muriera,
ay si me fuera a morir,
en tu pechito quisiera
mi último aliento rendir.
Desnudo.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira que de tanto alejarse los extremos se tocan,
tan desnudos,
con o sin vida, desnudos;
llegamos desnudos,
consumamos desnudos y por fin
nos vamos desnuditos…

Y en el zócalo, los irreverentes, que no yo, gritan a todo pulmón:
“Norberto Rivera,
El pueblo se te encuera”.