Usos

Hace muchos años leí en la historia de Herodoto que no sé en qué pueblo de la antigüedad mesopotámica tenían algunas costumbres invertidas en relación con las nuestras: los hombres se quedaban en casa tejiendo objetos de palma y cosas así mientras las mujeres salían a comerciar y a hablar con las demás de las cosas colectivas; los hombres solían llevar la carga en la cabeza mientras que ellas la llevaban en la espalda; y la más curiosa de todas: ellos orinaban sentados mientras las mujeres lo hacían de pie.

Una de las lecciones obtenidas por mí de esta lectura es que lo que creemos que ha sido así toda la vida porque así debe ser es sólo una elaboración cultural hecha de acuerdo con las circunstancias y con el interés colectivo. Incluso las creencias y los ritos religiosos y políticos se modifican de acuerdo con las necesidades de la gente a lo largo del tiempo, durante generaciones. Y no digamos nuestros comportamientos personales y familiares. Ahí están, por ejemplo el Concilio Vaticano que cambió por completo el rito de la misa después de cientos de años de hacerlo de una misma manera; ahí están las leyes a favor del aborto y las de los matrimonios de personas del mismo sexo, o el voto y la igualdad de oportunidades en la sociedad para las mujeres que durante siglos estuvieron negados, y lo siguen estando en grandes franjas de la humanidad. Pero bueno, esa es una manera de decirlo.

Y a propósito de la sorpresa anterior: las mujeres pueden dirigir el chorro urinario oprimiendo levemente a los lados de la uretra, justo abajito del clítoris, exactamente igual que hacemos los hombres al sostener el miembro y controlar la salida por el conducto del glande, si no lo hiciéramos así buena parte caería sobre los pantalones, con lo que se ve que, al menos en esto, lo "natural" es lo que hemos decidido hacer y no lo que la naturaleza nos impone.

Los caminos de la poesía para tocar los temas de interés común son muy distintos a los de otro tipo de discurso; vean si no:


USOS

Fenómeno cultural
que a nadie le hace mal:

las niñas no se tocan
para hacer pipí

pero los niños sí.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira tú... por dónde pasa la poesía... qué caminos ¿no?