Caballo al despertar

Son fantásticos los sueños eróticos, uno no sabe nunca cuál será la sorpresa, la novedad, la joya con que tope o la perversión que acuda a sacudir al cuerpo.


CABALLO AL DESPERTAR


Amanece caliente
como el piso de un patio resguardado,
la noche no lo toca
sino con las ascuas locas de los sueños
en los que hay estrellas revolcándose en el cielo
en un frenesí de besos, piel, espermas y saliva,
una masa redonda de palabras graves
lo ha cubierto como un pan para el horno
así que al despertar con tal abrigo
está dispuesto
a entregarse otra vez a la pasión insana de los sueños.


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