Las migas de mi abuela

O sea que hace diez y siete años ya escribía con este medio electrónico porque en lugar de página aparece la pantalla. Y uno sigue pensando que es una novedad. Aunque ahora me acuerdo de que el libro siguiente que aparecerá en estas páginas, Poeta en la mañana, fue escrito antes y también en computadora. ¡Uh!


LAS MIGAS DE MI ABUELA

Se me antojan las migas de mi abuela,
el caldo grueso, mucho ajo frito y epazote
y encima el pan sobrante desmenuzado,

también se me antoja la ternura torpe de mi mamá
que no sabía acariciarme con naturalidad
y de nervios le salía un olor horrible,

pienso que voy a vivir toda la vida
y me aparece en la pantalla la palabra abierta,
todo se me está yendo para afuera
excepto los ojos que han decidido mirar adentro,

tengo apetito de muchachas y vocación de poeta.
Hoy es martes. Tengo 45 años. Mexicano.

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