Mi corazón civil
Un estado serio tiene que tener formas de control sobre fuerzas que puedan arrebatarle la preminencia social y el ejercicio del poder, como es el caso del crecimiento desmesurado del narcotráfico que amparado en la impunidad de la corrupción que propicia la demanda brutal de un mercado prohibido, nacional y sobre todo, fronterizo, ha crecido sin límites; o de los medios de comunicación, que van acaparando la riqueza económica de la nación y extendiendo su influencia hacia el logro de sus intereses y no los del país. Por eso suena estupendo que la Suprema Corte de Justicia, en México, haya comenzado a tomar cartas en el asunto de la Ley de Televisión y a anunciar posibles cambios en el régimen de concesiones. No puede ser que en nombre del desarrollo de la iniciativa privada y de la libertad de expresión se les permita entrar en las casas y en la vida privada de los individuos de toda la nación para normar la conducta de acuerdo con su conveniencia y por tiempo indefinido. Ojalá que esto sirva. Y que el incidente de la concesión retirada en Venezuela a RCTV desate muchas polémicas y se comience a entender en sus justas proporciones y no con la mira del gobierno Bush.
Y perdonen que me haya puesto tan conceptuoso pero es que todos los días espero que los periódicos me cuenten algo que alegre mi corazón civil y lo eche al día con alguna ilusión y ahorita acabo de leer esta noticia acerca del Poder Judicial y pienso que sí, que a lo mejor el país tiene remedio, que aunque sea como borrachito pero camina hacia un estado de madurez que le llegará algún día. Si no íbamos tan mal, hombre, si éramos un país posible, además de grande y culto, si fueron algunos sexenios los que echaron a perder de plano el rumbo y nos llevaron a la desgracia. Mentira que fueron setenta años de desviaciones, fueron unos diez y ocho los que nos arruinaron, cuando mucho. Y otra vez perdón, porque este blog se lee en todo el mundo y ha de haber muchísimos que digan que qué les importa lo que diga la judicatura mexicana a propósito de la televisión, pero sí es importante para el mundo entero, créanme: cada país que logra salirse de la perversidad del interés de las minorías económicas es un respiro para la piel del mundo.
0 comentarios:
¿Quieres añadir algo más?