Chiles poblanos

Vino ayer a Madrid de visita Paty Ordóñez y me trajo los primeros ejemplares de "Se está tan bien aquí". Por lo pronto está en la barra lateral pero al rato Milagros, si libra un tiempecito, lo pondrá aquí arriba para compartir con ustedes la portada. Me parece una edición muy bonita y cuidada y estoy contento, agradecido con Silvia Molina de que lo haya propuesto para ser publicado, y con quienes decidieron a nombre de Francisco Toledo (o él mismo) incluirlo en la colección. Como durante toda la primera etapa de este blog hablé de estos poemas al tiempo que los iba publicando, no me parece razonable decir más, ahí quedó, sólo que así es como me gusta la poesía, o mejor, así es como me gusta ser poeta, y conseguí hacer que en este libro sea más que evidente. Ahora ya no es mío, y cada quién puede decir de él lo que quiera.

Nos trajo también chiles poblanos, esos colosos verdes, hermanos mayores de los pimientos, precursores de la seriedad en su género, así que tendré que armarme de valor y reconstituirme en la cocina porque no duran en buen estado muchos días. Buscaré entre el relleno, el capeado y el caldillo ese equilibrio armónico que hay entre el bien y la belleza.

Estaba una chiquita batiendo claras en una de las fondas del Mercado de Arroyo de la Plata, en Zacatecas, un día de esos, y su palangana llamaba la atención de grande y bien batidas, tanto que me atreví y le pregunté, cómo lo haces. Con mucha naturalidad me contestó, mirándome con ojos claros, que primero le ponía los huevos y luego muchos huevos. Y su risa tenía la inocencia y la picardía de todas las mujeres que en el mundo han sido, han decidido, han gozado con su esfuerzo y han hecho de comer para los demás. Y que luego le ponía una poquita de harina para que el capeado quede mejor. Y se reía.

Y la mala: ETA da por terminado el alto el fuego que había proclamado hace más de un año y amenaza con reiniciar sus atentados a partir de mañana 6 de junio. Debe estar hoy la noticia en todos los periódicos del mundo occidental y cientos de analistas más preparados que yo para comprenderlo y explicarlo se habrán pasado horas de la noche redactando sus columnas. Pero para los que vivimos aquí, qué triste, qué doloroso suena que digan que van a volver a matar a mansalva para lograr objetivos políticos. Qué espeluznante. Se quejan de que con el gobierno de Zapatero no se dieron las condiciones mínimas para llegar a algún acuerdo, acusándolo de haber respondido con acciones armadas, detenciones, persecuciones y torturas, y Rajoy y la oposición del PP se pasaron todo el año diciendo que Zapatero había cedido a ETA y culpándolo de negociar con ellos la libertad de España. Qué ridículo suena hoy que ya quedaron atrás las elecciones y van a tener que buscar otros demonios para las del año que entra. Mientras ETA mata.