Del vuelo

No está dedicado pero debería haberlo estado a Tito Monterroso porque sus descubrimientos inventivos ayudaron a mi musa con esta imaginación.


DEL VUELO

Da vueltas insistentes,
hace un poco de ruido,
se para con sus patas golosas
en la mierda, en la hostia y en la rosa.

Y deja sus huevecillos
fecundados al vuelo
en donde menos podemos sospechar.

Qué mosca es el poema.

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