La violeta

Este poema quiere ser tan delicado como lo que describe, y eso es todo.


LA VIOLETA


La adorable violeta se ha quemado.
La trasplantamos,
la pusimos en una maceta decorada,
desenvolvimos el agua para ella,
le cortamos la hojarasca seca,
le dijimos palabras de contento

-la más pálida de las violetas,
la violeta espíritu-


la dejamos detrás de la ventana
para protegerla de los fantasmas del aire
que suponemos mortales para ella


y se ha secado.
Decaen con tanta facilidad estas violetas.


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, el poema es delicado y... triste, porque describe los afanes infructuosos de todo aquel que haya intentado revivir una violeta... ¿tiene poemas sobre el verano?
A propósito, su libro-mi libro está por llegar. ¡Mi librero regresa mañana del DF!
MaríaElena-Xalapa