Sal y pimienta

De la misma fuente que el arquetipo, la rosa y el Nilo del maravilloso hallazgo de Borges que les mandé hace unos días por correo electrónico, es este poema del que otro espíritu (el mío, claro) saca su vaso de agua y lo comparte.


SAL Y PIMIENTA

No describo la cosa cuando nombro
y en rombos de sonido en espirales en volutas digo
pues la cosa es pastel

muchacha

zanahoria

y así la cosa dicha me provoca en la boca
una humedad un charco un chorro

y tal viene a quedar la cosa ya descrita
con la sola apetitosa forma de la cosa verbal que palabreo.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Sal Y Pimienta" me hizo recordar una frase de mi madre... que supongo es un dicho popular: "A fulanita se le llena la boca cuando dice (y aquí iba la palabra que había pronunciado fulanita, con fruición)
María Elena

Alejandro Aura dijo...

Qué deliciosa anecdota, María Elena, gracias, y sí, a eso se refiere el poema.

Marcelo Galván dijo...

No sé si sea "felicidad" así, etereotipota, como solemos imaginarla, pero se les ve muy animados en la foto. Yo intentaba leer mientras la calle Toledo reventaba en claxonasos... error... debí ponerme a ver la tele o de plano, lanzarme vuesa mansión en Cervantes a mirarlo juntos.

Aquí sigo... cambiando rumbos, azotado y feliz (a veces) no sé si lo mío se parezca a esa felicidad... creo más bien que la feliciddad no es más que el camino que recorremos en su búsqueda.

Te mando un abrazote y otro a Del Castillo. Vamos a ver si nos podemos encontrar.

Por lo pronto cambio de casa, de novia, de proyectos de todo... ¡que veeeertigo!... así son las aventadas sin paracaidas.

Viva el verano¡
viva el fut¡ (pa los que lo disfruten)
Viva la vida¡

Alejandro Aura dijo...

Pos, ah qué Marcelo tan variable. Ven cuando puedas, a ver si te apapachamos un poco.