Recta final

Cuando empecé a publicar los poemas de "Se está tan bien aquí", pensé que tenía material para mucho tiempo, que tardaría mucho en llegar el momento de pensar qué sigue, y resulta que ya se están acabando, que esta semana, creo que el viernes, saldrá el último y tendré que inventar otra cosa, explotar otra veta, recapacitar sobre este blog. Es cierto que cuando termine de publicarlo habrán faltado tres poemas que son los que me pidió Claudia Santa-Ana que no diera a conocer porque está preparando la edición de los autores que participamos, en octubre del año pasado, en la extensión Aguascalientes del Encuentro de Poetas del Mundo Latino, y los inéditos que escogió quiere tener el privilegio de que lo sean hasta que aparezca el libro; cuando acepté el trato no tenía idea de que se me fuera a acabar tan rápido el material. Ahora debo pensar qué hago. Una, es dejar las cosas como están y que el libro se quede chimuelo en esta versión virtual; la otra, sería ponerles fecha de aparición en este espacio de acuerdo con los intereses del CIELA Fraguas, de Aguascalientes. Me preocupa esta última opción porque se podría romper la continuidad y los tres poemas, me parece, son importantes para el libro: uno, es una revelación de identidad a través de un elemento vegetal, un nopal, encontrado en Madrid; otro, un poema erótico de apretada síntesis y altísima tensión, y el último, la despedida del libro y, en cierto modo, un testamento y una apreciación de bulto del jugoso fenómeno de la vida y su proyección en el tiempo. Y los tres son muy buenos, creo. No me queda más que apelar a la buena fe de quienes se asoman a esta bitácora para pedirles que cuando aparezcan los coloquen en el lugar que les corresponde, que yo procuraré decírselos, aunque la verdad no veo a nadie haciendo el ejercicio de rompecabezas de acomodar unos poemas que qué más da si van aquí o van allá. Ay, Alejandro, no te azotes.

Tampoco es cosa de asustarse; material tengo de sobra, y el prurito de lo édito o inédito se solventa de un plumazo: ¿cuántas personas, por ejemplo, han tenido oportunidad de leer mi anterior libro publicado en papel, "Poemas y otros poemas"? En mi opinión, poquísimas, porque la edición fue de trescientos ejemplares y la última vez que llamé a la editorial me dijeron que les quedaban como cien; es, además, un libro que no circuló en México y que en España estoy seguro de que habrá encontrado pocos cómplices. Mis libros previos están agotados, de modo que soy un autor prácticamente inédito. Yupi yapa, tengo material de sobra para seguir la fiesta.

Va un poema de íntimo recato.


COMO TODAS LAS VIDAS QUE SABEMOS

A ti me atengo,
con y sin religiosidad de por medio,
a tu casual hallazgo,
al privilegio de vivir junto a ti;
a ti me atengo para elucidar,
sin que sienta que me despellejan la piel,
algunos trozos de mi carne viva,
ciertas minucias magníficas
entresacadas de los secretos
con que está construido
el enigma mineral de mi vida,
como todas las vidas que sabemos.

A ti me atengo seguro
de que me guardarás el secreto
que te pida, la delicada intimidad
que requiera el miedo que me da
decir con sencillez ordinaria
las cosas que constituyen el episodio
más o menos singular de mis días,
como todas las vidas que sabemos.

Me atengo a ti sin que te ponga
responsabilidades ajenas al cariño
con que sueles tratarme cada día.
Me atengo a ti con sangre y con deseo
porque no soy otra cosa ni tengo
nada más para valerme que lo ciertas
que puedan resultar ser mis palabras.
Pongo en tus manos mis pasiones
no para que tú las legitimes sino
para que con tu naturalidad de muchacha
me ayudes a presentarlas al mundo
con el mejor vestido que se pueda
porque en ello me va la vida,
como todas las vidas que sabemos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

A tì me atengo,
que en tu memoria no me pierda
como cualquier imagen pasajera
que se esfuma en el vacìo.