La terraza

Ni siquiera es que se trate de poner retos a la inteligencia, no se podría con algo tan sencillo. Cuando imaginé la adivinanza vi clarísimamente su respuesta; hasta un niño de pocos años debe saber luego luego de qué se trata. Primero le puse por título precisamente la respuesta pero me pareció demasiado obvio y se lo cambié por el género; creo que estuvo mejor, aunque debo confesar que luego se me olvidó cuál había sido el título y por lo tanto la solución. Qué más da. Aunque ahora sí lo sé porque recuperé el archivo con la primera versión. Claro está que no pretendo que tengan estos versillos ninguna importancia; no todos los trabajos que uno hace tienen que ser trascendentes; en este oficio también hay trabajos humildes, también hay barrer y trapear; alguien, por fuerza, tiene que hacer las adivinanzas. Y en algún lado tiene que ponerlas para que los niños las aprendan.



ADIVINANZA

Afuera todo
y adentro nada
y en cada mesa
una limonada.

2 comentarios:

Carla dijo...

Mmmm... ¿un limón exprimido?
besos,
Carla Hermida

Anónimo dijo...

Querido Alejandro:

Es un gusto enorme saber que andamos por aquí; lo que escribes es como siempre muy bueno y entretenido.

Recibe un saludo desde Tepotzotlán, Edo. de Méx. especificamente desde el poblado de Santiago Cuautlalpan.

Atentamente.

Xavier Ramos